viernes, mayo 25, 2007

Todo cambia


Que título menos innovador.

Sentada en mi casa en un momento de tranquilidad, es todo lo que pude pensar, porque en realidad, es parte de lo que está pasando nuevamente en mi vida.

Todo cambia.

Cristóbal llegó a nuestra casa el 9 de mayo. Y contrario a todo pronóstico (y a los apocalípticos comentarios de una que otra madre neurótica), un niño más a la casa no ha traído ni más neuras, ni más caos.

Esta guagüita preciosa se ha colado en nuestras costumbres sin hacer ruido. Ha sido delicioso ver como nuestra casa es ahora también la suya y con los días hacerlo más parte de todo.

No sé cómo explicarlo.

La neonatóloga que estaba en el parto de nuevo fue la más certera de todas. "Enamórate de nuevo", me dijo la primera vez que me mostró a este niñito.

Y así ha sido, enamorarse de nuevo.

Tres hombres, tres amores.

En estos días grises, el encierro se siente como un cautiverio feliz con olor a queque.

Pero las ganas de volver a la sociedad no faltan. Empiezan a sentirse. Como la falta de movimiento.

Todo cambia.