miércoles, marzo 22, 2006

¿Cómo lo hacen esas mujeres?

Todos los martes en la mañana hojeo la revista Ya antes de partir al trabajo. Y se me ha hecho una costumbre mirar una sección que se llama "Fax de belleza", no por su contenido, que en realidad no tiene nada de profundo, sino porque me cuesta demasiado entender en qué momento esas mujeres hacen todo lo que dicen que hacen en materia de belleza.

Dos exfoliaciones diarias, un tratamiento para el pelo una vez a la semana, masajes quincenales, baños de tina con sales para relajarse, energizarse o lo que venga al caso, mascarillas hechas en casa de palta, yogurt, miel con avena o lo que sea que claramente yo rara vez tengo en el refrigerador.

Y por si fuera poco, en general estas mujeres son profesionales exitosas con cargos impresionantes en empresas envidiables y sueldos estratosféricos, me imagino yo, si les alcanza para invertir en esa cantidad de productos que dicen que usan a diario.

¿Cómo lo hacen?

Francamente para mí es un misterio. ¿Cómo hacen cundir la mañana para exfoliarse, tonificarse, lavarse, maquillarse y peinarse con cremas humectantes? Y si lo hacen una vez, ¿cómo logran mantener la rutina todos los días, sin desesperarse y dejar el tratamiento de belleza botado a mitad de camino, a la semana de haberlo empezado?

Todas éstas, son preguntas sin respuesta para mí. Siempre las he visto como mujeres que viven en un universo paralelo con días de más horas, supernanas clonadas, cuentas corrientes sin fondo…

En mi universo, la plata simplemente no me alcanza para comprar esas cremas “milagrosas” el tiempo con suerte me da para pasar por la ducha corriendo, tragarme un café demasiado caliente y correr a toda prisa al trabajo, chascona, sin crema, claro está, y con la piel tirante del jabón que me puse en la ducha para hacer lo que yo considero una “limpieza diaria del cutis”.

¿Se me irá a caer la cara a pedazos antes de cumplir los cuarenta? ¿Maduraré estresada y llena de nudos por no hacerme un hidromasaje día por medio? ¿La estaré cagando?

La verdad, no creo. Todo lo patético de mi rutina se equilibra con vivir en una casa donde las personas se quieren, donde regalonear con mi hijo es más importante que pasarme el guante de crin en la ducha, donde la miel es para cucharearla y no para ponérsela en la cara.

Tal vez nunca sabré cómo lo hacen esas mujeres, pero, entre nos, no las envidio para nada.

11 Comments:

Blogger Isabel said...

y la manicure? y la pedicure? se te olvidaron...!

11:38 a. m.  
Blogger Miguelito said...

Vero:
He de confesar que también leo esa sección de la revista Ya cuando me suenan las entrevistadas. Y me hacía la misma pregunta, pero considerando que para mi muchas veces con suerte trabajo el concepto de "lavaseco" y un perfume en la mañana. Prefiero conversar mas rato con Morfeo.
Saludos.
B.

8:35 a. m.  
Blogger Shidi ! said...

Yo tampoco entiendo cómo tienen tanto tiempo (y tanta plata) para hacer todo eso...
Gracias por la visita y por la fuerza. Todos estamos esperando que despierte. y bien.
Shidi !

5:21 p. m.  
Blogger idea said...

casi sentí que yo era la autora del post, es reconfortante saber que hay más mujeres que comparten situaciones tan similares...

pero aún que no lo creas al parecer es algo genético, tengo amigas y colegas que con las mismas lucas que yo gano tienen para cremas, masajes, shampú y cuanto menjunge frances se les cruza por delante, pero... en realidad hay una diferencia, yo como, todos los dias, todas las comidas del dia y una que otra golosina bueno, y para que nombrar a mis hermosos hijos "chupatiempo".

7:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que divertido. también tengo la costumbre de leer esa sección los días martes y sentirme culpable por apenas ducharme por las mañanas y con suerte hacerme un moño de vieja en el pelo. quien tiene el tiempo.
saludos

7:24 p. m.  
Blogger valeria said...

una vez hice el ejercicio de responder yo misma esas preguntas y... nada.
prefiero gastar dinero y tiempo en amar a los demás, reirme a carcajadas, pasear un día de sol por un parque del brazo de mi hombre, cantar y disfrutar de la vida.

12:05 p. m.  
Blogger Soledad De Giorgis said...

Te felicito, Vero. Se nota que eres inmensamente feliz y eso lo salpicas hasta Valpo. Felicitaciones por tu familia.
Sole

12:45 p. m.  
Blogger camafeo said...

Yo me echo un jabón especial en la cara, es un exfoliante que hace mucho por mi piel y su grasitud.
Me hago el tiempo 2 veces a la semana, y te juro que si no lo hiciera, alguien no estaría para nada contenta.
Pero yo no tengo hijos... ahí debe estar la clave, no?
Soy un hombre vanidoso.
Fco.camafeo

1:40 p. m.  
Blogger Miguel Ortiz A. said...

Me reí demasiado con tu post... jajaja. Es cierto! pero ¿sabes? Hay mucho pedante dando vueltas... como los periodistas que dicen que se informan por el New York Times... pamplinas!
Las señoritas de tus fax de belleza con suerte se lavan la cara y se pintan la boca. Y para la foto de portada están fotoshopeadas... todo gracias a la marca de la crema que auspicia el espacio. Cest la vie!
te leo!
wen blog, salu2

7:33 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vero, yo me hacía la misma pregunta hasta que cumplí los 30 y de pronto me miré con más atención al espejo y vi que había dejado de ser un lirio. Cuando invertí en mis primeras cremas de verdad, lo anoté como un signo de que ya era adulta y me encantó tener artículos comprados por mí y sólo para mí. Es verdad que tengo tiempo para dedicarle al cutis (soltera, sin hijos), pero es sólo coincidencia. Después veré cómo me las arreglo con todo.
Un abrazo
(ahora estoy en La Tercera)

12:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

tambien te puedes colocar la miel en la cara y lamerte hasta comerla. tu hijo te puede ayudar.
dos en uno, ¿viste?

9:24 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home