lunes, enero 23, 2006

Ocho meses







El tiempo se ha pasado demasiado rápido. Y cada vez que veo a Tobías tratando de hacer cosas de niño grande, como pararse, como agarrar cosas que están lejos suyo, como quitarte el teléfono de la mano cuando estás hablando, pienso que es cierto eso que te dicen, que los niños crecen pronto. Que no te das cuenta cuando ya están saliendo del colegio o presentándote a la primera polola.
Estas vacaciones, las primeras de los tres, de mi familia, mía propia, me hacen más ilusión que nada en el mundo.
Y creo que no me equivoco al decir que nunca había tenido tantas expectativas frente a algo. Estoy ansiosa como colegiala y eso que todavía falta un mes entero para partir.
En fin.
Así son las cosas estos días.
Tenía ganas de despotricar al mundo, pero curiosamente me siento demasiado agradecida como para crear polémicas para mi sola.
Este año me he sentido así en general. Agradecida.
¿Se va poniendo más devota una, cuando tiene un hijo?
La verdad es que no tengo respuestas. Pero verlo en su cunita o palmoteándote la cara mientras tratas de dormir, me emociona. Me hace sentir demasiado afortunada.
Lucky me.

9 Comments:

Blogger Shidi ! said...

Para mí tb el 2005 fue un año de dar gracias. Y las sigo dando, porque cada una de las cosas que viene trae su regalo escondido. Imagínate el regalo de tener a Tobías!
salu2
Shidi !

11:52 a. m.  
Blogger valeria said...

te felicito por tu hijo!! es un niño precioso y se ve que crece contento.

4:24 a. m.  
Blogger  kotto said...

que precioso es tu hijo... felicidades

8:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

cada vez que veo tu blog me dan ganas de tener mi propio Tobías. Tienes un hijo precioso. Saludos desde España.

6:05 p. m.  
Blogger Cuqui said...

Lucky all of us.....

nada que decir... ya verlo en una foto me emociona a las lágrimas y arregla los peores problemas que a uno se le pasen por la mente....

hasta me cuesta apagar el computador porque tengo al gatito de fondo de pantalla.

5:40 a. m.  
Blogger Vero said...

jajajaja....
a mi también me cuesta...
y eso que es para correr a la casa a verlo!!
v.

5:10 a. m.  
Blogger Miguelito said...

Parece que me hace falta un tobias para dejar de despotricar un poco.
Felicitaciones por el muchacho. Ofrezco sobrina en verde (a bastantes años de estar en edad de merecer)
Saludos.

B.

7:23 p. m.  
Blogger Javier Sanfeliú said...

Tobías es igual al papá.

Será enólogo?

Salú

8:19 a. m.  
Blogger Administrador said...

Me sentí completamente identificado con lo "Despotricar".
Algo pasa a nivel de las aracnoides al tener un hijo, que, evidentemente hay cambios conductuales. El sistema simpático de la corteza yo creo que se inflama, ya que, mis ganas de pelear por ejemplo, con el gremio de Marinakis, tienden a cero. Las ganas de deportes extremos existen solo si puedo burlar el seguro de vida y me siento "vieja" al emocionarme no solo con Jr. sino que con cada reportaje tipo reencuentros de Venga Conmigo. Mejor aún: Sólo al ver que mi hijo duerme.
Vero, al parecer la baba al entrar en contacto con la piel produce reacciones psicosomáticas y emocionales que todavía no dimensionamos.

Saludos grandes!

5:23 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home