lunes, septiembre 12, 2005

Cosas de los hijos de uno...


De nuestro paseo a la playa, puedo sacar varias conclusiones que procedo a compartir a continuación:
A Tobías no le gusta nada el viento. Es más se ahoga si lo expones un rato, por corto que sea, a una corriente.
Salir en familia no implica descansar. Ya no. Lo siento.
Después de la visita a la casa de Neruda de Isla Negra, concluimos (Pablo y yo) que "el poeta" vaya que tenía plata y que qué ganas de tener un bar como ese en la casa de uno. Las colecciones nos parecieron demasiado obsesivas.
Que conversar hasta las tantas con un cielo despejado, el mar frente a uno y ese sonido inconfundible de las olas, es un placer.
No hay nada más rico que comer rico. Y las machas a la parmesana, caben perfectamente en esa definición.
Queremos una primavera con más sol y calor para hacer muchos más viajes.
Porque aunque no descansamos, aunque parecíamos gitanos en la carretera de tanto bolso, aunque las noches no fueron más fáciles que en casa y aunque faltó el asado con amigos para cerrar el fin de semana, salir, los tres en familia, fue un nuevo placer que le agrego a mi vida desde hoy.
Quiero mil viajes, mil sábados fuera de Santiago.

7 Comments:

Blogger camafeo said...

Amo, totalmente, las machas a la parmesana... que buenas que son!!!

Me alegro que todo saliera bien, aunque seguro estás cansada, pero salir con tus dos hombres debe ser una recompensa impagable.

Saludos

11:19 a. m.  
Blogger Administrador said...

Uf! pero que rico! "Machas a la Parmesana" demasiado placer para el lunes en la tarde despues de almorzar lentejas (estaban ricas, pero no tanto como unas machas a la parmesana). La otra vez me retaron porque hablaba solo de comida. La playa no es de mi agrado, pero si la comida playera.

Saludos!
ARC.

12:54 p. m.  
Blogger Shidi ! said...

Bueno las cosas cambian con bebés no? Pero como dije en el post anterior, tampoco aseguro que cada vez será con menos bolsos, pero sí al menos con más confianza y menos miedo. (No es que yo tenga hijos, pero tengo una pareja muy cercana que ya tiene tres y he visto cómo ha sido ese proceso, ahora tienen tres hijos y van con carpa y todo).
Abrazos grandes para tí y para Tobías, y muchas gracias por tu alentador post
Shidi !

2:21 p. m.  
Blogger elcieloprotector said...

uffff. desde ahora van a faltar muchas cosas. Muchos amigos, muchas madrugadas, pero nada, nada comparable como los ojos de un niño que mira por primera vez el juego de las olas.
saludos al profesor.

9:06 p. m.  
Blogger Javier Sanfeliú said...

Mmm. Gracias a este tipo de información es que mi preparación psicológica para un evento de esas categorías (ser padre), se ha vuelto un ejercicio mayor que subir el aconcagua. Pero estoy preparado y listo. Los adultos me aburren sobremanera.

salud-os

12:10 p. m.  
Blogger Mexxe said...

Categóricamente aseguro que los bolsos disminuyen después de que se termina la función de los pañales y cuando se pasa de la bacinica a la rosquita plástica aquella que sirve para achicar wáteres (más plana y fácil de acomodar en un auto que la bendita bacinica).
O sea, dos consejos prácticos serían:
Uno, que el crío deje los pañales pronto.
Dos, que pronto se acostumbre en cagar en cualquier lado... ;-)

6:14 p. m.  
Blogger LMP said...

Oye Vero, yo te he visto a ti, en la universidad yo creo, estudiaste en stgo acaso?

9:14 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home